El Poder de la risa

La capacidad que tienen los niños de reír es siempre asombroso. No hay frenos, ningún condicionante, ríen con total entrega, totalmente absortos. Totalmente presentes. Pueden haber llorado hace cinco minutos, pero ahora estan aquí disfrutando de aquel mágico momento de alegría. No importa el pasado. ¡Ahora viven este momento!

Que contagioso llega a ser esta risa! Todos estallamos a reír ante esta explosión espontánea de felicidad y alegría. Que difícil se hace mantener la seriedad después de estas explosiones. Parece que la risa repare tantas cosas que quizás estaban encalladas o quizás demasiado tensas.

Me encanta reír! Y cuando hemos pasado un rato con los amigos riendo de verdad y nos lo hemos pasado muy bien aquel rato la recordamos con mucha ilusión. Nos alegra el día y queremos repetirlo nuevamente.

Quizás tendríamos que reír más. Quizás si riéramos más, de las situaciones, de nosotros mismos, no estaríamos tan preocupados por los problemas que surgen, e incluso los solucionaríamos con más ligereza y más efectividad.

Quizás esta risa nos hace estar más felices, menos preocupados, más seguros al fin y al cabo. Somos más capaces de encontrar soluciones. Probablemente  somos más efectivos. Quizás esta risa, esta felicidad, nos empodera, nos hace sentir más seguros y optimistas y nos da más capacidad real de crear y aplicar soluciones.

Enamorémonos de la vida, mantengamos la energía de cuándo éramos pequeños. Mantengamos este espíritu vivo. Riamos, celebremos lo que tenemos, estemos alegres, en un estado lleno de optimismo. Y desde esta fortaleza podremos atrevernos a construir la vida que queremos. Sabremos que nosotros podemos!